Psicólogo en Avilés

Dicen que el miedo es la diferencia entre lo que eres y lo que podrías ser, para mí es un hipopótamo en mi pecho y mil cuervos graznando en mi cerebro.

Dicen que si eres capaz de controlar tus pensamientos, el miedo no entrará en ti. Yo digo que controlar lo incontrolable es como parar un tren que te arrolla. Puedo manejar lo que pienso, con menor o mayor esfuerzo, manejar está bien, controlar da miedo. Miedo a no poder controlar.

Dicen que el miedo es malo, pero para mí es una cueva para esconderme, una cueva donde me siento segura. Si me escondo del miedo, estoy segura de que no me pillará, aunque me da miedo que me encuentre. Siempre me encuentra.

Dicen que el miedo no existe, que es solo una construcción de nuestra mente, pero para mí, es una piedra caliente en mi pecho, por las mañanas, con la luz apagada.

Dicen que el miedo está en la cabeza, pero yo lo siento en todo mi cuerpo. Lo siento en las piernas, que se niegan a avanzar, lo siento en el estómago, que me hace vomitar. Siento miedo en mis ojos, y no puedo parar de llorar. Siento que todo mi cuerpo está lleno de aire, pero no puedo volar.

Dicen que el miedo es irracional, pero yo sé que todos mis miedos son muy reales, que me acechan como monstruos nada más doblar la esquina.

Dicen muchas cosas del miedo, pero ninguna me sirve.

El Mejor Psicólogo en Avilés

“Fragmento más o menos real de una conversación con una paciente”

Como psicólogo en Avilés, veo cada día a personas que no pueden controlar su miedo, miedo a la vida, al día, a todo. Han leído muchos libros de autoayuda, han escuchado consejos de amigos y familiares y, sobre todo, han visto muchas historias. Historias que nos cuentan donde siempre gana el más fuerte, donde todo acaba bien si eres capaz de enfrentarte a lo que más temes, historias…

El primer error es querer controlar el miedo, alejarse de él, evitarlo. Te voy a poner un ejemplo: No pienses en un oso blanco…¿en qué estás pensando? Efectivamente, hay un gran oso polar en tu cabeza. Ahora: no sientas miedo ante ese acontecimiento que temes, ¡vamos! ¡esfuérzate en eliminarlo! Más miedo, ¿verdad?

La terapia psicológica no consiste en consejos, ni en decirte lo que tienes que pensar, ya que no eres tonto, y lo sabes. ¿Qué tal si aprendieras a manejar tu miedo? Manejar no es controlar ni eliminar, es aprender a vivir con una realidad que te acompaña, y, mágicamente, en el momento en el que la aceptas…cambia.

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